Trastornos del equilibrio y vestibulares

Conocé las principales causas del vértigo, el mareo y la inestabilidad

¿Qué es el Sistema Vestibular?

El Sistema Vestibular es la parte del  oído interno que se encarga de mantener el equilibrio y la posturacoordinar los movimientos del cuerpo y la cabeza y fijar la mirada en un punto del espacio

Funciona en coordinación con la vista, el tacto y el sistema auditivo.

¿Qué es el síndrome vestibular?

El Síndrome Vestibular o Síndrome Vertiginoso agrupa las alteraciones del sistema que regula nuestro equilibrio y orientación en el espacio. Cuando este sistema se ve afectado, aparecen síntomas como la sensación de vértigo, mareos, inestabilidad o desequilibrios que pueden limitar mucho las actividades diarias. 

Si querés profundizar sobre el vértigo, sus causas y tratamientos, podés visitar nuestra página dedicada especialmente a este síntoma muy frecuente.

Síndrome vestibular

¿Qué es el Sistema Vestibular?

El Sistema Vestibular es la parte del  oído interno que se encarga de mantener el equilibrio y la posturacoordinar los movimientos del cuerpo y la cabeza y fijar la mirada en un punto del espacio

Funciona en coordinación con la vista, el tacto y el sistema auditivo.

Síndrome vestibular

¿Qué es el síndrome vestibular?

El Síndrome Vestibular o síndrome vertiginoso resulta de una alteración del sistema que mantiene el equilibrio y la orientación del cuerpo.

Esto da lugar a síntomas como vértigo, mareo, sensación de movimiento o inseguridad al caminar.

En CERFAC ayudamos a identificar el origen de esos síntomas y a recuperar la estabilidad con un tratamiento especializado en rehabilitación vestibular.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome vestibular?

Los síntomas de un síndrome vestibular pueden ser variados, y pueden aparecer tanto de manera repentina como progresiva.

Los más frecuentes son:

Vértigo

Sensación de giro o movimiento súbito, como si aún estando quietos, el entorno gira y se mueve.

Mareos

Sensación general de desequilibrio, como si fuéramos a desmayarnos.

Inestabilidad

Sensación de falta de equilibrio cuando estamos de pie o al camina

Náuseas o vómitos

Sensación de giro o movimiento súbito, como si aún estando quietos, el entorno gira y se mueve.

Trastornos visuales

Sensación general de desequilibrio, como si fuéramos a desmayarnos.

Zumbidos o sensación de oído tapado

Sensación de falta de equilibrio cuando estamos de pie o al camina

Palpitaciones o ansiedad

Sensación de falta de equilibrio cuando estamos de pie o al camina

¿Con qué otros problemas puede confundirse del síndrome vestibular?

No todas las personas manifiestan los mismos síntomas frente a un síndrome vestibular. Por ejemplo, puede no estar presente el vértigo ni los mareos.

Esto complica el cuadro, porque pueden pasar meses o años de consultas fallidas o aún de autodiagnóstico, por no tener la información necesaria.

Por eso, es importante saber que el síndrome vestibular puede confundirse con :

Sin embargo, en la mayoría de los casos crónicos, el origen está en el sistema vestibular del oído interno y es importante consultar a un especialista antes de definir un diagnóstico o tratamiento por cuenta propia.

¿Te identificás con alguno de estos síntomas?

Conocé la rehabilitación vestibular, el tratamiento específico para los trastornos vestibulares.

¿Cuáles son las principales causas del síndrome vestibular?

La mayoría de los cuadros de vértigo y mareo se deben a alteraciones en el oído interno o en los nervios que lo conectan con el cerebro.
Son condiciones tratables que mejoran con ejercicios específicos y maniobras realizadas por profesionales capacitados.

Las patologías vestibulares más comunes son:

Vértigo posicional

Se produce por el desplazamiento de pequeños cristales dentro del oído interno.

Enfermedad de Meniére

Exceso de líquido en el oído interno, con crisis de vértigo y pérdida auditiva.

Neuritis Vestibular

Inflamación del nervio vestibular que genera vértigo intenso y prolongado.

Laberintitis


Infección o inflamación del laberinto que afecta el equilibrio y la audición.

¿Cómo se diagnostica el síndrome vestibular?

El diagnóstico del síndrome vestibular se realiza a través de una evaluación médica y funcional del equilibrio, que permite determinar si el origen de los mareos o vértigos está en el oído interno (periférico) o en el sistema nervioso (central).

 

El proceso comienza con una historia clínica detallada, donde se analizan los síntomas, su frecuencia, duración, desencadenantes y antecedentes médicos.

Luego, el especialista realiza un examen físico vestibular y neurológico, observando la coordinación, el equilibrio y la presencia de movimientos oculares involuntarios llamados nistagmus, que son un signo característico de alteración vestibular.

En algunos casos se utilizan maniobras posicionales (como la maniobra de Dix-Hallpike) para reproducir el vértigo y confirmar si se trata de una causa periférica, como el desplazamiento de los otolitos.

Según el caso, pueden indicarse estudios complementarios que aportan información objetiva sobre la función del oído y del sistema vestibular, tales como:

  • Videonistagmografía (VNG): registra los movimientos oculares con sensores infrarrojos para evaluar la respuesta del oído interno.

  • Prueba calórica o rotatoria: mide cómo reacciona cada oído a estímulos de temperatura o movimiento.

  • Audiometría: permite descartar pérdida auditiva o zumbidos asociados.

  • Resonancia magnética o eco Doppler: se solicitan cuando se sospecha un origen neurológico o vascular del vértigo.

 

El diagnóstico preciso es fundamental para diferenciar si el problema proviene del oído o del sistema nervioso y así orientar el tratamiento adecuado.

En el caso de pacientes de la zona sur de Buenos Aires, el Centro CERFAC cuenta con profesionales especializados en la evaluación y rehabilitación de trastornos vestibulares y del equilibrio.

¿Cómo se diagnostica el síndrome vestibular?

El diagnóstico del síndrome vestibular se realiza a través de una evaluación médica y funcional del equilibrio, que permite determinar si el origen de los mareos o vértigos está en el oído interno (periférico) o en el sistema nervioso (central).

 

El proceso comienza con una historia clínica detallada, donde se analizan los síntomas, su frecuencia, duración, desencadenantes y antecedentes médicos.

Luego, el especialista realiza un examen físico vestibular y neurológico, observando la coordinación, el equilibrio y la presencia de movimientos oculares involuntarios llamados nistagmus, que son un signo característico de alteración vestibular.

En algunos casos se utilizan maniobras posicionales (como la maniobra de Dix-Hallpike) para reproducir el vértigo y confirmar si se trata de una causa periférica, como el desplazamiento de los otolitos.

Según el caso, pueden indicarse estudios complementarios que aportan información objetiva sobre la función del oído y del sistema vestibular, tales como:

  • Videonistagmografía (VNG): registra los movimientos oculares con sensores infrarrojos para evaluar la respuesta del oído interno.

  • Prueba calórica o rotatoria: mide cómo reacciona cada oído a estímulos de temperatura o movimiento.

  • Audiometría: permite descartar pérdida auditiva o zumbidos asociados.

  • Resonancia magnética o eco Doppler: se solicitan cuando se sospecha un origen neurológico o vascular del vértigo.

 

El diagnóstico preciso es fundamental para diferenciar si el problema proviene del oído o del sistema nervioso y así orientar el tratamiento adecuado.

En el caso de pacientes de la zona sur de Buenos Aires, el Centro CERFAC cuenta con profesionales especializados en la evaluación y rehabilitación de trastornos vestibulares y del equilibrio.

¿Cómo se trata el Síndrome Vestibular?

El tratamiento del síndrome vestibular depende de la causa que lo origina, pero en la mayoría de los casos el objetivo principal es reentrenar el sistema del equilibrio para que el cerebro vuelva a interpretar correctamente la información que recibe del oído interno, la vista y la postura corporal.

En líneas generales, el abordaje combina maniobras físicas, ejercicios específicos y, en algunos casos, apoyo médico. No se trata solo de eliminar el mareo, sino de recuperar la estabilidad y la seguridad al moverse.

Maniobras de reposionamiento

Cuando el vértigo es causado por el desplazamiento de pequeñas partículas del oído llamadas otolitos (como ocurre en el vértigo posicional paroxístico benigno), se utilizan maniobras de reposicionamiento. Estas maniobras —como la maniobra de Epley— consisten en una serie de movimientos controlados de la cabeza y el cuerpo que permiten que los otolitos vuelvan a su lugar natural dentro del oído. En la mayoría de los casos, estas maniobras producen una mejoría inmediata o en pocas sesiones.

Ejercicios de rehabilitación vestibular

Cuando el sistema vestibular está debilitado o necesita readaptarse, se indican ejercicios de habituación y equilibrio. Estos ejercicios implican movimientos progresivos de los ojos, la cabeza y el cuerpo que ayudan al cerebro a compensar el desequilibrio y recuperar la coordinación. También se incluyen ejercicios posturales, orientados a mantener una posición estable y prevenir recaídas. El plan de ejercicios se adapta a cada persona, según el tipo de vértigo, la edad y el tiempo de evolución de los síntomas. La constancia es fundamental: el sistema vestibular se reeduca con práctica y repetición.

Cuidados complementarios

Además del tratamiento kinésico o fonoaudiológico, es importante acompañar el proceso con algunos hábitos saludables: Reducir la sal en la dieta (dieta hiposódica) para disminuir la presión interna del oído. Evitar el exceso de cafeína, alcohol y movimientos bruscos de cabeza. Dormir con la cabeza ligeramente elevada. Mantener una buena postura y realizar pausas activas si se pasa mucho tiempo con la cabeza inclinada hacia abajo. Controlar el estrés o la ansiedad, ya que pueden intensificar la sensación de inestabilidad.

Tratamiento médico

En episodios agudos o cuando existe inflamación, el médico puede indicar medicación temporal para aliviar los síntomas (como betahistina, corticoides o antieméticos). Estos fármacos se utilizan solo por períodos cortos, ya que el objetivo principal es restablecer la función vestibular mediante la rehabilitación.

El pronóstico del síndrome vestibular suele ser muy favorable.
Con un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado, la mayoría de las personas logra recuperar su equilibrio y volver a una vida activa y segura.

En casos donde se requiere rehabilitación o seguimiento especializado, centros como CERFAC cuentan con profesionales formados en rehabilitación vestibular, que aplican maniobras y programas de ejercicios personalizados para cada paciente.

Tu bienestar comienza con una buena evaluación

Sentir mareos, vértigo o inestabilidad no es normal, y tampoco algo que debas “aguantar”.

En CERFAC realizamos una evaluación integral para descubrir el origen de tus síntomas y acompañarte con un tratamiento personalizado.

Nuestro objetivo es que recuperes tu equilibrio, tu seguridad y tu calidad de vida, con un enfoque cercano, humano y basado en evidencia científica.

Podés acercarte al centro, escribirnos por WhatsApp o agendar tu consulta directamente desde la web.
Estamos para ayudarte a volver a sentirte bien.