Descubrí qué es el vértigo central, sus síntomas más frecuentes, causas, diagnóstico y tratamientos actuales. Aprende a diferenciarlo del vértigo periférico y cuándo consultar a un especialista.
El vértigo central se origina por una alteración en el sistema nervioso central, principalmente en el tronco encefálico o el cerebelo, regiones encargadas de procesar la información que llega desde el oído interno y coordinar los movimientos oculares y del cuerpo.
A diferencia del vértigo periférico, el vértigo central no se debe a un problema en el oído interno, sino a una falla en la interpretación de las señales del equilibrio por parte del cerebro.
Esto puede generar mareos más persistentes, desequilibrio y dificultad para caminar o mantener la estabilidad, incluso en reposo.
Las causas pueden incluir migrañas vestibulares, accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneales, esclerosis múltiple o lesiones neurológicas que afecten las vías vestibulares centrales.
El vértigo central suele presentarse de forma más prolongada y compleja que el periférico.
Además, puede acompañarse de otros síntomas neurológicos como visión doble, alteraciones en la coordinación o dificultad para enfocar la mirada.
Por eso, es fundamental realizar una evaluación clínica y estudios vestibulares especializados que permitan diferenciarlo de otros tipos de mareos.
Los síntomas del vértigo central pueden variar según la zona del sistema nervioso afectada, pero suelen ser más persistentes, intensos y acompañarse de otros signos neurológicos.
A diferencia del vértigo periférico, no suelen mejorar al quedarse quieto ni al cerrar los ojos, y a menudo dificultan caminar o mantener la postura.
Entre los síntomas más frecuentes se incluyen:
El vértigo central suele requerir una evaluación neurológica y vestibular combinada, ya que puede coexistir con alteraciones visuales, posturales o del equilibrio fino.
Conocé la rehabilitación vestibular, el tratamiento específico para los síntomas de vértigo central
Las causas del vértigo central pueden ser variadas y están vinculadas con alteraciones en el sistema nervioso central, especialmente en el tronco encefálico y el cerebelo.
Entre las más frecuentes se encuentran:
Cuando una zona del cerebro que regula el equilibrio o la coordinación se ve afectada por una interrupción del flujo sanguíneo. El vértigo puede acompañarse de visión doble, dificultad para hablar o pérdida de fuerza en una parte del cuerpo.
El Parkinson y otros trastornos neurológicos pueden alterar el control postural y la coordinación, generando inestabilidad, sensación de desequilibrio o mareos frecuentes.
Las enfermedades desmielinizantes y algunas lesiones cerebelosas pueden afectar la transmisión nerviosa responsable del equilibrio. El paciente puede experimentar vértigo, inestabilidad y coordinación deficiente.
Una de las causas más comunes. Provoca episodios de vértigo, mareos y desequilibrio acompañados o no de dolor de cabeza. Puede presentarse con hipersensibilidad a la luz, al ruido y dificultad para concentrarse durante las crisis.
Los golpes en la cabeza pueden dañar las vías vestibulares centrales o el cerebelo, alterando la capacidad del cerebro para procesar las señales del equilibrio. Esto provoca mareos prolongados y sensación de inestabilidad al caminar.
En todos los casos, el diagnóstico temprano y la rehabilitación específica son clave para evitar recaídas y recuperar el equilibrio.
El diagnóstico del vértigo central requiere una evaluación clínica y neurológica completa, ya que sus causas pueden involucrar el cerebro, el tronco encefálico o el cerebelo.
Un diagnóstico preciso es esencial para diferenciarlo del vértigo periférico y orientar el tratamiento más adecuado.
En una evaluación vestibular central suelen incluirse:
Historia clínica detallada: análisis de los síntomas, antecedentes neurológicos, medicamentos y factores desencadenantes.
Exploración neurológica: evaluación de la coordinación, reflejos, fuerza muscular y movimientos oculares.
Pruebas vestibulares instrumentales: como el vHIT, la videonistagmografía (VNG) y los VEMP, que ayudan a determinar si el origen del vértigo es central o periférico.
Estudios de imagen (resonancia magnética o tomografía): permiten identificar lesiones en el cerebelo o el tronco encefálico.
Audiometría y valoración del reflejo vestíbulo-ocular: para evaluar la respuesta del sistema auditivo y su relación con el equilibrio.
El diagnóstico del vértigo central requiere una evaluación clínica y neurológica completa, ya que sus causas pueden involucrar el cerebro, el tronco encefálico o el cerebelo.
Un diagnóstico preciso es esencial para diferenciarlo del vértigo periférico y orientar el tratamiento más adecuado.
En una evaluación vestibular central suelen incluirse:
Historia clínica detallada: análisis de los síntomas, antecedentes neurológicos, medicamentos y factores desencadenantes.
Exploración neurológica: evaluación de la coordinación, reflejos, fuerza muscular y movimientos oculares.
Pruebas vestibulares instrumentales: como el vHIT, la videonistagmografía (VNG) y los VEMP, que ayudan a determinar si el origen del vértigo es central o periférico.
Estudios de imagen (resonancia magnética o tomografía): permiten identificar lesiones en el cerebelo o el tronco encefálico.
Audiometría y valoración del reflejo vestíbulo-ocular: para evaluar la respuesta del sistema auditivo y su relación con el equilibrio.
El vértigo central puede mejorar significativamente con tratamiento, aunque su abordaje requiere un enfoque neurológico y de rehabilitación vestibular más específico.
El objetivo principal es reeducar al sistema nervioso central para que vuelva a procesar correctamente las señales del equilibrio, la vista y la postura.
En CERFAC, aplicamos un plan integral basado en la kinesiología vestibular, ejercicios terapéuticos personalizados y seguimiento clínico continuo.
Este tratamiento ayuda a reducir la sensación de inestabilidad, mejorar la coordinación y recuperar la seguridad al moverse.
Programas específicos que estimulan al cerebro para compensar las alteraciones del equilibrio y los reflejos oculares.
Ejercicios progresivos de coordinación, equilibrio y estabilidad postural adaptados al nivel de cada paciente y a la causa neurológica subyacente.
Reeducación de los movimientos oculares y la orientación espacial para mejorar la sincronía entre vista, oído y movimiento
Se enseñan estrategias seguras para desplazarse, prevenir caídas y mantener la estabilidad en las actividades diarias.
El tratamiento del vértigo central es un proceso gradual que requiere constancia y acompañamiento profesional.
En CERFAC, nuestros especialistas en rehabilitación vestibular y kinesiología vestibular trabajan junto a cada paciente para recuperar el equilibrio y la confianza en su vida cotidiana.
Conocé más sobre la rehabilitación vestibular y ejercicios para recuperar el equilibrio.
El vértigo central puede mejorar significativamente con tratamiento, aunque su abordaje requiere un enfoque neurológico y de rehabilitación vestibular más específico.
El objetivo principal es reeducar al sistema nervioso central para que vuelva a procesar correctamente las señales del equilibrio, la vista y la postura.
En CERFAC, aplicamos un plan integral basado en la kinesiología vestibular, ejercicios terapéuticos personalizados y seguimiento clínico continuo.
Este tratamiento ayuda a reducir la sensación de inestabilidad, mejorar la coordinación y recuperar la seguridad al moverse.
Programas específicos que estimulan al cerebro para compensar las alteraciones del equilibrio y los reflejos oculares.
Ejercicios progresivos de coordinación, equilibrio y estabilidad postural adaptados al nivel de cada paciente y a la causa neurológica subyacente.
Reeducación de los movimientos oculares y la orientación espacial para mejorar la sincronía entre vista, oído y movimiento
Se enseñan estrategias seguras para desplazarse, prevenir caídas y mantener la estabilidad en las actividades diarias.
El tratamiento del vértigo central es un proceso gradual que requiere constancia y acompañamiento profesional.
En CERFAC, nuestros especialistas en rehabilitación vestibular y kinesiología vestibular trabajan junto a cada paciente para recuperar el equilibrio y la confianza en su vida cotidiana.
Conocé más sobre la rehabilitación vestibular y ejercicios para recuperar el equilibrio.
El vértigo periférico se debe a una alteración en el oído interno y suele ser breve, con crisis posicionales.
El vértigo central, en cambio, tiene un origen neurológico, dura más tiempo y no mejora con las maniobras de reposicionamiento.
Podés ver la comparación completa en vértigo periférico.
Sí.
Aunque el tratamiento principal apunta al origen neurológico, la rehabilitación vestibular ayuda a compensar el desequilibrio, mejorar la estabilidad y reducir el miedo a moverse.
Los ejercicios son personalizados y progresivos, adaptados al estado de cada paciente.
Depende de la causa.
Cuando el origen es una patología neurológica, el tratamiento se enfoca en controlar la enfermedad de base (por ejemplo, una migraña o un ACV) y en realizar rehabilitación vestibular para mejorar el equilibrio y la movilidad.
El vértigo central puede confundirse fácilmente con otras causas de mareos o inestabilidad, por eso es fundamental consultar con un especialista vestibular ante los primeros síntomas.
Un diagnóstico temprano permite evitar complicaciones neurológicas y acelerar la recuperación mediante una rehabilitación dirigida.
Deberías realizar una evaluación si experimentás alguno de los siguientes signos:
Inestabilidad o dificultad para caminar en línea recta
Visión doble, movimientos oculares anormales o sensación de que el entorno se mueve
Dolor de cabeza intenso asociado a episodios de vértigo
Falta de coordinación, dificultad para hablar o debilidad muscular
Vértigo acompañado de náuseas, sudoración o desorientación prolongada
Episodios repetidos de mareo que interfieren con tus actividades diarias
Si estás en zona sur de GBA, en CERFAC Quilmes ofrecemos diagnóstico y tratamiento específico para los síntomas de vértigo central.