Neuritis vestibular: causas, síntomas y tratamiento

Descubrí qué es la neuritis vestibular, sus síntomas más frecuentes, causas, diagnóstico y tratamientos actuales.

¿Qué es la Neuritis Vestibular?

La neuritis vestibular, también llamada neuronitis vestibular, es una inflamación del nervio vestibular, encargado de enviar al cerebro la información sobre el equilibrio y los movimientos de la cabeza.
Cuando este nervio se inflama, el cerebro recibe señales alteradas y se produce una sensación intensa de vértigo e inestabilidad.

A diferencia de otras patologías del oído interno, como la enfermedad de Ménière, la neuritis vestibular no afecta la audición, ya que el daño se limita al sistema del equilibrio.

¿Cuáles son los síntomas de la Neuritis Vestibular?

Los síntomas aparecen de forma repentina, habitualmente después de una infección respiratoria o viral.
El paciente suele experimentar:

  • Vértigo intenso y prolongado (dura horas o incluso días)

  • Náuseas y vómitos persistentes

  • Desequilibrio al caminar o al estar de pie

  • Sensación de movimiento rotatorio constante

  • Dificultad para fijar la mirada o visión borrosa

  • Nistagmo (movimiento involuntario de los ojos)

Durante los primeros días, el vértigo puede ser incapacitante y obligar al paciente a guardar reposo absoluto.
En la mayoría de los casos, los síntomas mejoran gradualmente a medida que el cerebro compensa el daño.

¿Te identificás con alguno de estos síntomas?

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¿Cuáles son las causas más comunes de la Neuritis Vestibular?

La causa más frecuente es una infección viral que afecta el nervio vestibular, aunque también puede deberse a procesos inflamatorios o alteraciones de la microcirculación del oído interno.

Factores desencadenantes comunes:

  • Infecciones respiratorias previas (resfríos, gripes o sinusitis)

  • Virus del herpes simple tipo 1

  • Alteraciones vasculares o isquemia del nervio vestibular

  • Estrés físico o inmunológico que debilita las defensas

  • Reacciones inflamatorias post-virales

En todos los casos, la consecuencia es una inflamación del nervio vestibular, que impide que las señales del oído afectado lleguen correctamente al cerebro, generando una sensación de giro continuo o pérdida de equilibrio.

El diagnóstico temprano y la rehabilitación específica son clave para evitar recaídas y recuperar el equilibrio.

¿Cómo se diagnostica la neuritis vestibular?

El diagnóstico se realiza mediante una evaluación funcional vestibular completa, que permite distinguir esta patología de otros tipos de vértigo.

Pruebas utilizadas:

  • Videonistagmografía (VNG): analiza los movimientos oculares para detectar el nistagmo característico de la neuritis vestibular.

  • Pruebas calóricas y de impulso cefálico (Head Impulse Test): evalúan la respuesta del nervio vestibular a distintos estímulos.

  • Audiometría: para confirmar que no hay pérdida auditiva.

  • Resonancia magnética (si es necesario): descarta lesiones centrales o vasculares.

Durante la evaluación, el profesional observa la dirección e intensidad del nistagmo, la coordinación de movimientos oculares y la estabilidad postural, determinando si el vértigo tiene origen periférico (oído interno) o central (sistema nervioso).

Cuando el vértigo no se asocia a una inflamación del nervio vestibular, puede tratarse de otro síndrome vestibular.

¿Cómo se diagnostica la neuritis vestibular?

El diagnóstico se realiza mediante una evaluación funcional vestibular completa, que permite distinguir esta patología de otros tipos de vértigo.

Pruebas utilizadas

  • Videonistagmografía (VNG): analiza los movimientos oculares para detectar el nistagmo característico de la neuritis vestibular.

  • Pruebas calóricas y de impulso cefálico (Head Impulse Test): evalúan la respuesta del nervio vestibular a distintos estímulos.

  • Audiometría: para confirmar que no hay pérdida auditiva.

  • Resonancia magnética (si es necesario): descarta lesiones centrales o vasculares.

Durante la evaluación, el profesional observa la dirección e intensidad del nistagmo, la coordinación de movimientos oculares y la estabilidad postural, determinando si el vértigo tiene origen periférico (oído interno) o central (sistema nervioso).

Cuando el vértigo no se asocia a una inflamación del nervio vestibular, puede tratarse de otro síndrome vestibular.

Tratamiento de la Neuritis Vestibular

El tratamiento se divide en dos etapas: una fase aguda para controlar los síntomas y una fase de recuperación para reeducar el equilibrio.

Etapas del tratamiento:

1. Fase aguda

Durante los primeros días, el objetivo es reducir el vértigo y las náuseas. Se pueden indicar: Sedantes vestibulares o antihistamínicos (solo los primeros días); antieméticos para controlar los vómitos; corticoides o antivirales, si el médico los considera necesarios. También se indica reposo relativo, evitando movimientos bruscos * El tratamiento farmacológico debe ser breve, ya que el uso prolongado de sedantes puede retrasar la compensación vestibular.

2. Fase de recuperación

Una vez controlada la crisis, se inicia la rehabilitación vestibular, con ejercicios que ayudan al cerebro a adaptarse al desequilibrio y recuperar la estabilidad.

Rehabilitación vestibular en la neuritis vestibular

La rehabilitación vestibular es el pilar fundamental de la recuperación.
Consiste en una serie de ejercicios personalizados que estimulan la compensación central y permiten recuperar el equilibrio de forma progresiva.

Beneficios de la rehabilitación vestibular:

  • Disminuye la sensación de vértigo e inestabilidad

  • Acelera la recuperación funcional

  • Mejora la seguridad al caminar

  • Previene la cronificación del vértigo

Los ejercicios incluyen movimientos oculares, de cabeza y de cuerpo, y se adaptan según la fase de la recuperación.

En la mayoría de los casos, los pacientes notan una mejoría significativa en pocas semanas.

Tiempo de recuperación

La recuperación varía según cada persona, pero en general:

  • La fase aguda dura entre 3 y 7 días

  • La recuperación completa puede tardar entre 3 y 6 semanas, dependiendo de la edad y del estado del sistema vestibular

  • Algunos pacientes pueden presentar inestabilidad residual leve, que se corrige con ejercicios continuos

Una recuperación más lenta no significa empeoramiento, sino que el cerebro necesita más tiempo para reentrenar el equilibrio.

Consejos de prevención y autocuidado

Después de un episodio de neuritis vestibular, el cuerpo necesita tiempo y movimiento para reentrenar el equilibrio.
Seguir algunas pautas simples puede acelerar la recuperación y prevenir recaídas o vértigo persistente.

 1. Retomar la actividad física progresivamente

Evitar el reposo prolongado. Caminar a diario o realizar ejercicios suaves ayuda al cerebro a compensar el desequilibrio.

2- Mantener una buena hidratación

La deshidratación puede afectar el equilibrio de líquidos en el oído interno. Beber agua con regularidad ayuda a estabilizar el sistema vestibular.

3. Dormir y descansar correctamente

El descanso es esencial para la regeneración del sistema nervioso. Evitar el estrés y dormir las horas necesarias ayuda a la recuperación.

4. Seguir los ejercicios de rehabilitación vestibular

Realizarlos según las indicaciones del profesional permite mejorar la estabilidad y reducir la sensación de vértigo residual.

5. Evitar movimientos bruscos al inicio

Durante las primeras semanas, levantar la cabeza lentamente y girar el cuerpo completo en lugar de solo la cabeza previene mareos innecesarios.

6. Controlar infecciones respiratorias

Como muchas neuritis vestibulares se originan tras un cuadro viral, tratar a tiempo las gripes o sinusitis reduce el riesgo de inflamación del nervio vestibular.

Preguntas frecuentes sobre la Neuritis Vestibular

Sí. Ambos términos se refieren a la misma patología: la inflamación del nervio vestibular que causa vértigo intenso sin afectar la audición.

Cuando el vértigo aparece de manera repentina, es prolongado (dura horas o días) y no hay pérdida de audición, suele tratarse de un vértigo por neuritis vestibular.
El diagnóstico debe confirmarse con estudios vestibulares.

Sí. El nistagmo horizontal o rotatorio es una manifestación típica de la neuritis vestibular y ayuda a identificar qué oído está afectado.

Seguir los ejercicios de rehabilitación vestibular, evitar el reposo excesivo y mantener actividad física progresiva según indicación profesional.

Es poco frecuente, pero puede ocurrir. Mantener una buena salud inmunológica y realizar controles vestibulares periódicos ayuda a prevenir recaídas.

Conclusión:

La neuritis vestibular es una causa frecuente de vértigo intenso, pero su pronóstico es excelente con diagnóstico precoz y rehabilitación adecuada.
El tratamiento se centra en la reeducación del equilibrio y la compensación vestibular, para que el cerebro recupere el control del movimiento y la estabilidad.

En el Centro CERFAC, la Lic. Sonia V. Lepore, especialista en kinesiología vestibular, realiza evaluaciones completas y planes personalizados de rehabilitación para cada paciente, combinando maniobras, ejercicios y acompañamiento integral durante la recuperación.

Cuanto antes se evalúe, más rápido se puede tratar.

Si estás en zona sur de GBA, en CERFAC Quilmes ofrecemos diagnóstico y tratamiento específico para los síntomas de vértigo periférico.