Descubrí qué es el vértigo periférico, sus síntomas más frecuentes, causas, diagnóstico y tratamientos actuales. Aprende a diferenciarlo del vértigo central y cuándo consultar a un especialista.
El vértigo periférico es el tipo más frecuente de vértigo y se origina en el oído interno o en el nervio vestibular, que conecta el oído con el cerebro.
Este sistema, también llamado Sistema Vestibular, es el encargado de mantener el equilibrio y la orientación espacial. Cuando se altera, el cerebro recibe señales erróneas que provocan la sensación de que todo gira, aunque el cuerpo esté quieto.
Es importante aclarar que se puede tener audición normal y aun así sufrir vértigo, ya que el sistema del equilibrio y el de la audición son independientes.
Este tipo de vértigo puede presentarse de forma súbita o repetitiva, durar desde segundos hasta horas, y suele acompañarse de náuseas, vómitos, sudoración o sensación de caída.
Los síntomas varían según la persona y la causa, pero los más comunes incluyen:
Sensación de giro o movimiento del entorno
Inestabilidad al caminar o al levantarse
Náuseas, vómitos y palidez
Hipersensibilidad a los movimientos de cabeza
Dificultad para fijar la mirada o visión oscilante (nistagmo)
Ansiedad, miedo a moverse o ataques de pánico asociados
En algunos casos, zumbidos (acúfenos) o pérdida de audición
En algunos casos, los síntomas pueden durar segundos; en otros, horas o días.
Si el vértigo se repite o limita tus actividades, es importante buscar una evaluación especializada.
Conocé la rehabilitación vestibular, el tratamiento específico para los síntomas de vértigo periférico.
Las causas del vértigo periférico pueden ser variadas, aunque las más comunes son:
Es la causa más común. Ocurre cuando unas pequeñas partículas de calcio llamadas otolitos se desprenden de su lugar normal y se mueven dentro de los canales del oído interno. Esto provoca vértigo al cambiar de posición (por ejemplo, al girarse en la cama o agacharse).
Se produce por una acumulación de líquido en el oído interno que genera crisis de vértigo, zumbidos, pérdida auditiva fluctuante y tinnitus (zumbido). Puede estar relacionada con el consumo de sal o cambios en el clima.
Inflamación del nervio que conecta el oído interno con el cerebro. Provoca vértigo súbito, intenso y prolongado, que suele aparecer tras una infección viral. Dura horas o días, y puede ir acompañado de náuseas intensas y desequilibrio al caminar, aunque sin pérdida de audición.
Es una infección o inflamación del laberinto del oído interno que puede afectar tanto la audición como el equilibrio. Generalmente causada por infecciones virales o bacterianas, provoca mareos, vértigo, náuseas, zumbido y pérdida auditiva temporal
Otras causas menos frecuentes de vértigo incluyen traumatismos craneales, efectos de ciertos medicamentos (ototóxicos), migrañas vestibulares o secuelas de patologías neurológicas (vértigo central).
En todos los casos, el diagnóstico temprano y la rehabilitación específica son clave para evitar recaídas y recuperar el equilibrio.
Un diagnóstico correcto permite tratar la causa de forma precisa.
En una evaluación vestibular se suelen incluir:
Historia clínica dirigida: se analizan los síntomas, su duración, los factores desencadenantes y los antecedentes médicos.
Maniobras posicionales: como la maniobra de Dix-Hallpike, que ayuda a confirmar el desplazamiento de otolitos.
Pruebas vestibulares: como el vHIT, la videonistagmografía (VNG) y los VEMP, que evalúan la respuesta del oído interno.
Audiometría: para determinar si hay hipoacusia o tinnitus asociados.
Imágenes por resonancia o Doppler: cuando se sospecha una causa neurológica o vascular.
Un diagnóstico correcto permite tratar la causa de forma precisa.
En una evaluación vestibular se suelen incluir:
Historia clínica dirigida: se analizan los síntomas, su duración, los factores desencadenantes y los antecedentes médicos.
Maniobras posicionales: como la maniobra de Dix-Hallpike, que ayuda a confirmar el desplazamiento de otolitos.
Pruebas vestibulares: como el vHIT, la videonistagmografía (VNG) y los VEMP, que evalúan la respuesta del oído interno.
Audiometría: para determinar si hay hipoacusia o tinnitus asociados.
Imágenes por resonancia o Doppler: cuando se sospecha una causa neurológica o vascular.
El vértigo periférico tiene tratamiento a través de la Rehabilitación Vestibular.
Es una terapia no invasiva que tiene como objetivo mejorar el equilibrio y eliminar los problemas relacionados con el vértigo y los mareos.
A través de un programa personalizado de ejercicios y maniobras específicas, ayudamos a tu cerebro a compensar los déficits vestibulares y restaurar tu equilibrio natural.
Estas maniobras devuelven los otolitos a su posición. Por ejemplo, la maniobra de Epley.
ejercicios progresivos que entrenan al cerebro a compensar el desequilibrio.
se enseñan posturas seguras y ejercicios domiciliarios para evitar recaídas..
reducción de sal, buena hidratación y evitar el exceso de cafeína o alcohol.
Conocé más sobre la rehabilitación vestibular y ejercicios para recuperar el equilibrio.
El vértigo periférico tiene tratamiento a través de la Rehabilitación Vestibular.
Es una terapia no invasiva que tiene como objetivo mejorar el equilibrio y eliminar los problemas relacionados con el vértigo y los mareos.
A través de un programa personalizado de ejercicios y maniobras específicas, ayudamos a tu cerebro a compensar los déficits vestibulares y restaurar tu equilibrio natural.
(como la Maniobra de Epley) que devuelven los otolitos a su posición.
ejercicios progresivos que entrenan al cerebro a compensar el desequilibrio.
se enseñan posturas seguras y ejercicios domiciliarios para evitar recaídas..
reducción de sal, buena hidratación y evitar el exceso de cafeína o alcohol.
Conocé más sobre la rehabilitación vestibular y ejercicios para recuperar el equilibrio.
En la mayoría de los casos, se trata con maniobras y rehabilitación vestibular.
Con ejercicios y seguimiento profesional, los síntomas suelen mejorar notablemente en pocas semanas.
Los ejercicios de reeducación vestibular enseñan al cerebro a compensar el desequilibrio.
Incluyen movimientos oculares, giros suaves de cabeza y tareas de equilibrio guiadas por un kinesiólogo vestibular.
No suele ser grave, pero sí muy molesto.
Con tratamiento adecuado, se recupera el equilibrio y la calidad de vida sin secuelas.
El mareo común genera sensación de inestabilidad o debilidad general.
El vértigo periférico, en cambio, produce una clara sensación de giro, muchas veces acompañada de nistagmo y síntomas físicos intensos.
Es muy común pensarlo, pero en la mayoría de los casos no.
Aunque las contracturas cervicales pueden generar cierta tensión o sensación de pesadez, el vértigo periférico tiene su origen en el oído interno, no en el cuello.
Muchos pacientes llegan al consultorio con estudios cervicales normales y siguen mareados, porque el problema está en el sistema vestibular.
En palabras simples: la cervical puede influir, pero no suele ser la causa principal del vértigo.
Por eso, si los mareos persisten, lo mejor es hacer una evaluación vestibular para descartar un origen en el oído interno.
Te aconsejamos consultar si:
Sentís vértigo o mareo frecuente al cambiar de posición o mover la cabeza
Te sentís inestable al caminar o como si estuvieses “flotando”.
Notás zumbidos o pérdida auditiva.
Los síntomas te impiden realizar actividades cotidianas.
Si estás en zona sur de GBA, en CERFAC Quilmes ofrecemos diagnóstico y tratamiento específico para los síntomas de vértigo periférico.